Reseña: Una Noche Deseada

Olivia lo siente nada más entra en la cafetería. Es absolutamente imponente, con una mirada azul tan penetrante que casi se distrae al tomar nota de su pedido. Cuando se marcha, cree que no lo volverá a ver jamás, hasta que descubre la nota que le ha dejado en la servilleta, firmada «M».
Todo lo que él quiere es una noche para adorarla. Sin resentimientos, sin compromiso, sólo placer sin límites. Olivia y Miller. Miller y Olivia. Opuestos como el día y la noche, y aún así tan necesarios el uno para el otro. Él es distante, desagradable y misterioso: sabe siempre lo que quiere y la quiere a ella. Ella es dulce y atenta, una mujer joven de hoy en día que se hace a sí misma y debe encontrar las respuestas a los interrogantes de la vida y de las relaciones a medida que los vive. 



Quiere ser feliz y amada, pero cuando Miller entra en su vida se da cuenta de que ha perdido el control sobre sí misma y sucumbe a la pasión desenfrenada que nace entre ellos dos. ¿Debe escuchar a su corazón o a la razón?

Jodi Ellen Malpas te hechizó con Seducción, te dejó sin aliento con Obsesión y te dejó con ganas de más con Confesión. Con la trilogía UNA NOCHE, te preguntarás: ¿qué sucede cuando amas a quien no te conviene? Lectura a flor de piel, nervios y excitación constantes. ¡Jesse ya tiene rival!

Hoy os venga con la reseña de Una noche deseada de la trilogía Una noche... Es la primera parte de la trilogía y está contada desde la perspectiva de la protagonista.

Este libro estaba loca por tenerlo, ya que me leí su primera trilogía y me encanto. Así que me lo regalaron por mi cumple (eso fue en septiembre). En cuanto lo tuve en mis manos quise leerlo pero tenía tanto que hacer que lo fui aplazando... y como me arrepiento de haberlo hecho. 

Es una novela que te atrapa desde que la empiezas hasta que la acabas. Una historia llena de secretos, romanticismo, decepciones, sexo... un poco de todo lo que nos gusta y llama la atención a todos los lectores. 

En cuanto la empecé me enamore por la manera en que la escritora la cuenta y su manera de escribir, me apasiona. Tiene muchas cosas buenas y no podría decir nada malo de ella, porque para mí no la hay.

Olivia o como l suelen llamar sus amigos y familiares Livy, es la protagonista. Una chica demasiado delgada (es lo que dice su abuela), preciosa, de pelo rubio, ojos azules y con muy poca vida social, ya que cuida de su abuela y nunca a querido y tenido tiempo.

Miller o como él hace llamar cuando la conoce M, es el protagonista. Un chico 

Misterioso, guapísimo, de ojos azules como el zafiro, serio y con pasado del que no quiere hablar.

Cuando Livy trabaja de camarera en una cafetería, no está acostumbra a trabajar porque siempre ha estado cuidando de su abuela, así que se hará un poco difícil familiarizarse pero lo hará con creces. Cuando por primera vez ve a Miller se queda embelesada, tanto así que al pedir él un café no sabe cómo hacerlo de cómo se queda al verle. 

Livy ha tenido una vida complicada de la que nadie se enteró nunca y de la que le cuesta olvidar. Le cuesta confiar en los chicos y cuando se le acerca alguno para hablar con ella o pedirle una cita, siempre dice que tiene pareja para que no se le vuelvan acerquen.

Miller también se queda prendado o eso es lo que yo percibo. Uno días después le pide una cita y esta vez Livy no se niega a darle una cita a un chico: a Miller. Él solo quiere una noche pero Livy no quiere solo una noche, así que se lo pondrá un poco complicado para poder quedar con ella. 

Solo os digo que al final no es una noche sino que serán 24 horas de los más intensos y de los que pasara de todo. 

En este libro como en la primera trilogía de Jodi Ellen, hay una frase que caracteriza mucho a su protagonista. Esa frase que tanto me gusta cuando Miller se lo pide a Livy. Son lo dice en varias ocasiones y cuando lo hace me enamoro un poco más de Miller. No os la voy a decir porque quiero que ustedes mismo lo leáis.

Espero que mi humilde opinión os deje con ganas de saber más de esta preciosa novela. ¡FELIZ LECTURA SUMERGID@S! 

Nerea